miércoles, 12 de enero de 2011

Tenue gris.



No sabe si será un “de vez en cuando” temporal, pero espera que todo pase más pronto de lo imaginado.

Puede que hoy sea su día tonto, o tal vez su semana tonta, pintado de un tenue gris. Pero no para de pensar en tonterías. Y su cabeza se ha transformado misteriosamente en una lavadora con su programa largo y centrifugado incluido. Sus ojos han tomado complejo de mar, tanta agua y tanta agua sin razón importante.
Le ha dado por columpiarse en falsas evidencias, porque le falta algo y no sabe cómo encontrar la respuesta.

Sea como sea, se ha dicho a sí misma que es momento de un “apaga y quietecita, que estás más guapa”; cremallera en boca y la lengua rota. Ha comenzado, rutina de días grises, a concentrar el frío en manos y pies para anestesiar las ideas y calmar los latidos que se ahogan en la garganta y no la dejan respirar en condiciones. Va a buscar algún abrazo que le de calor.
Y para no perder la costumbre, se ríe y hace como que todo va bien, dándole vueltas a lo más estúpido firmándolo con una sonrisa de oreja a oreja en su cara de boba sin remedio.
Todo, cuando en el fondo tiene repleta la habitación de dudas y se ahoga en pensamientos que se confunden con emociones reencontradas. Se siente polilla…
Se siente el mosquito más tonto de la manada.

No hay comentarios: