El verano sí que merece guardarse en el interior, pero ahí, en la superficie. Para que cuando haga falta, aparezca y me haga sentir bien.
Málaga y un poeta chalado, de esos que ya no quedan; visitar el “quinto pino”, que nació ahí el chico de la piscina o eso comenta él; Yenai iniciando finales con un imbécil de bromas irrespetuosas y egoísmo claramente mostrado; Yenai de nuevo estropeando supuestos “polvos”, y noches y mañanas de Centros Pokémon, historias inventadas sin sentido ninguno, risas y reclamaciones al cielo porque Obama aún no es Dios; Samantha con sus gritos dejando sordo a medio mundo y alegrando a otro medio con su graciosa risa; Mayte apareciendo y reapareciendo; Noelia reinventándose a sí misma borde, pero divertida; un potro regalado un poco cojo…y son tantas cosas que es imposible contarlas sin ocupar más del espacio pensado.
Y el otoño viene a ser Armirock, confianza, amor, amistad, ilusión. Otra nueva relación entre dos amigos que siempre habían estado al lado el uno del otro y otros dos que al conocerse encendieron la chispa de la pasión. Es problemas en sus casas, y cada vez más distancia en la mía. Es tirar la toalla por mi parte al ver que se ha alejado de mí eso que llaman familia. Marcha próxima hacia Estados Unidos por parte de Samantha, que nos comenta con miedo que ya nada marcha igual… Es llorarla.
Otoño ha sido comprender que mi sueño sigue ahí, aunque más lejano y más difícil de alcanzar. Ha sido quererlo, querer(me), dejar que me quieran. Ha sido quererlas con más intensidad que nunca.
Nueva gente, algún miedo nuevo y alguna que otra estúpida obsesión, preocupaciones absurdas y una rutina que se hace pesada.
Y el invierno…el invierno es eso y más.
El invierno no ha terminado todavía. Le ha dado por despertarse con el pie derecho, eso sí; más espero que continúe de la misma manera.
Ya no hay cenas en familia, no seré hipócrita y diré que doler duele pero como no hay remedio para ese tipo de males me tendré que aguantar.
Diré que a veces, pienso que me aferro a clavos ardiendo y tengo miedo de caer…Afirmaré que son tonterías mías, castillos en el aire que Samantha se ha encargado de derrumbar.
Comentaré que me encantaría que ahora hubiera un aluvión de gracias, pero las personas que se las merecen son todas unas rancias y me voy a tener que callar por si acaso.
2 comentarios:
Yo creo que ningún estación del año es mejor/peor que otra. Estoy segura que bajo un orden divino... bien, no, es más un orden lógico ajeno a nosotr@s, hace que alcancemos una ruta de vida.
Tu empezaste una ruta, quizás con un poco de mala suerte (los capullos abundan) pero el karma está ahí para pararte los pies y darte un poco de estabilidad. Ojalá este año te hagas más fuerte y más querida. Tengo la sensación de que no te falta más (por ahora).
No es que yo crea que hay una estaciones mejores o peores que otras. Más este año, el verano, el otoño y hasta los inicios del invierno, han ganado con creces a la primavera y a los finales del otro "winter".
A ver cómo sigue. Esperemos que bien, que ya que nos morimos todos en el 2012...
La ruta la empecé con mala pata porque así yo lo quise, que otra cosa no pero tontica nací un rato...y tú lo sabes mejor que nadie. Pero oye, de todo se aprende.
Este año me haré como me tenga que hacer mientras tú (espera, espera, que me pongo moñas) y unas pocas personas más estéis ahí para seguir "dándome por culo"; y Dios quiera que visite Barcelona, o me suicido, cojones ya ¬¬ xDD.
2011 ya puede ser bueno para ti también, o lo matamos a hostias.
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