martes, 14 de diciembre de 2010

Azul.



La nota rara, apagada. Como vacía.
Ella también lo estará dentro de poco, y lo sabe.

Cree…No, más bien conoce la razón de que estos días esté más ausente. Dentro de poco su vida dará un vuelco, se irá (soñaba con hacerlo) y no sabe si regresará. Va a partir un corazón junto con el suyo.
Igual que a Ella, a la chica de los ojos azules le cuesta no darle vueltas a las cosas. Y hablarlas, comentarlas, sacarlo todo afuera. Porque si los problemas no tienen solución es tontería contarlos.
Tal vez estaría mejor que en esta ocasión lo hiciera. Aunque tan sólo fuera por quedarse ella tranquila y no ir por ahí regalando sonrisas que no siente.

Ella supone que tiene miedo de lo que vendrá después, de estrellarse contra su sueño, de echar de menos, del cambio. Pero por otra parte, el deseo de sentirse libre es más fuerte. Quiere irse, necesita irse.
Ella desearía que el miedo fuera más fuerte que esa necesidad…Suena egoísta, pero es sincero. La única capaz de darle hostias como panes con cuatro palabras es esa persona. Si se va, no habrá nadie que se las de. Y su ausencia se notará aún más en esos días en los que cae…

Su marcha está a la vuelta de la esquina. Y todos están empezando a echarla de menos aún teniéndola de cuerpo presente…

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