martes, 28 de junio de 2011
Sólo hay que avisar.
'Hasta que la voz de los demonios haya desaparecido, yo mataré monstruos por mí'.
Ahora me escondo, te observo, puedo decir:
que quizás no importa el tema,
que quizás no importa el sitio
y el resto está de más...
·
Si camino a Madrid recordé que un día fui capaz de encaminarlo todo y dejarme de irracionalidades y búsquedas frustradas, tal vez sea capaz de hacerlo otra vez. Puede que mañana o pasado, o puede que dentro de tres años. Ya veremos.
domingo, 12 de junio de 2011
Vacío.
Como si las paredes de esta habitación te fueran a absorber.
Soledad. Vacío. Incomodidad. La nada.
Todo aquí transmite incertidumbre y se empeña en recordar la ausencia de futuro, presente y otras tantas cosas más.
Mejor estar lejos de aquí. Fuera. Cuanto se pueda.
Irracionalidad. Vacío. Dañar. La nada.
miércoles, 1 de junio de 2011
A ciegas.
Que el ser humano es el único animal que tropieza treinta veces con la misma piedra es un cuento que me sé de memoria.
Porque aquí estoy, con los pies anclados al asfalto.
Me repetí mil veces eso de “no lo volveré a hacer”, y aquí estoy.
Me dije mil veces aquello de “la próxima vez, lo conseguiré”, y aquí estoy.
Me recordé mil veces esto de “ya no vale rendirse a la primera de cambio”, y aquí estoy.
Y bléh. Para qué seguir con el dije, hice, recordé o sentí. Si ya está todo hecho, y conste que no me arrepiento. Me culpo. Para ti lo mismo, para mí conceptos distintos.
Podría haber alcanzado una parte de lo que siempre quise. Una parte que, en el camino correcto o no, me habría dado más seguridad y me habría ahorrado más especulaciones, dudas e incertidumbres.
Y lo único que en mi favor se puede decir es que no lo supe “a tiempo”, porque tiempo tuve todo el del mundo y mi vida no se detuvo por no poder conseguir exactamente esa parte.
Así que aquí estoy, igual que antaño.
Sin saber ni adónde ir, ni qué hacer, ni qué quiero. Con ese “runrún” en la cabeza. Con ese sentimiento de inútil en los poros.
Un día quise sobresalir del molde, atrapar lo que me proponía y llegar a casi todos los puntos pensados. Ahora me conformo con que alguien me diga qué cojones debo hacer pasado septiembre, u octubre, o inclusive noviembre.
Porque yo no tengo ni idea de adónde voy a encaminar todo esto y es de todo, menos agradable.
Que no me conformo con poco, y deberé convivir con nada.
Y aquí estoy…
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