lunes, 5 de marzo de 2012

Y un hermoso día de verano...


Mika se apuntó a la autoescuela. Era un 25 de Julio del año 2009; justo el mismo verano en el cual me apunté a Cruz Roja, en el cual me dio porque mi pelo nunca traspasase la línea que le marcaba mi clavícula y en el cual mandé a tomar por culo varias de mis amistades de por aquel entonces.
Tenía diecisiete añitos por esas fechas y era ingenua, dulce e inocente. Y simpática, demasiado simpática para tratarse de la misma persona que tres años después relata tal inverosímil acontecimiento.

Cuando me inscribí, no buscaba un carnet sino distracción. Es de lo poco que consigo traer de vuelta a la memoria sobre aquel mes de Julio y aquel, sinceramente, mes de Agosto tan tremendamente pesado y aburrido (estaba yo ya acostumbrada a que me quedasen ocho y claro, de repente aprobé todo, y me jodió la vida). Como era costumbre por aquel entonces, anoté dicho día en mi diario virtual con una gracia natural y unas faltas de ortografía que dañan el alma y la vista respectivamente; esta mañana encontré el día en el que me apunté y el primero, que fue un veintisiete para ser más exactos.

Mi idea inicial consistía en ir a una situada enfrente de la casa de la chica que poco después se convertiría en mi mejor amiga, para así disfrutar de la ventaja del aire acondicionado y de los ordenadores (esto último era puro capricho, pensaba que tendría Internet y podría conectarme desde allí...¿he comentado ya que era muy subnormal?, ¿no?, pues lo era) y, por supuesto, del lujazo de poder echarles vistazos varios a los maromos que hubiese. De esto no estoy segura, pero hago tanto hincapié en que vi en ésa a mucha gente joven que alguna intención lasciva adolescente tiene que estar escondida tras esas palabras...


Disfrutad de mis sabias reflexiones tras mi primer día (tranquilos, lo reescribí sin faltas...aunque el pavo es difícil de eliminar de cada frase):
"¡Hoy he tenido mi primer día de autoescuela! Vaya MIERDA de autoescuela. La gente es maja, sí...bueno...tan maja como un matojo (eso del matojo no tiene "sentío" ninguno). Y bueno, tienen aire acondicionado aunque no lo pongan...y la profe es una inútil, ¡que se ha equivocado en tres preguntas! Aix, mi mae santa...¡Y casi todo son alumnas!, alumnas yolas feas; aunque hay una que es catalana, yola también pero bueno. Escondidos entre tanto moño (intentaba hacer un chiste, reíros, joder) había tres machos y uno de ellos me ha regalado una rosa que yo no sé pa qué quiero eso ni de dónde la ha pillado pero ahí está la rosa: el tío era bajito, sudamericano, barrigón y calvo. Venga, venga, ¿quién da más? Si decido corresponder su amor me casaré con él, con su hipoteca y con sus hermosas disfunciones eréctiles...aaaay, mi mae... luego uno que llegó cuando yo llegué, bastante feíco, más otra chica sudamericana y una chica árabe...Parecemos una ONG (no me faltaba razón, vaya, si supieseis vosotros lo que había allí montado).
He llegado y no he hecho nada porque mañana tenían todos examen y claro...no era cuestión de ponerse a dar tooodo desde cero. Así que he hablado un poquito con la profe, me ha dado un bolígrafo (pa mí, un boli pa mí; que no pinta una mierda, ¡pero es pa mí!) y me ha dicho que me siente donde quiera. Muy maja, aunque tonta, eso sí (soy todo dulzura).
También estaba mi amiga la idiota que hoy se ha alisado el pelo (no sé de quién hablo, así que haced como si vosotros sí y todos seremos felices). Es...simpática la pobre, pero es que está de apoyardá...Es la mujer ideal para un primo mío, la verdad. ¡Lástima que no se hayan conocido antes! 
Total, total, que me pierdo...Yo cojo, me siento y enciendo el pc ese de los años cuarenta que tienen lleno de polvo y empiezo a cotillear y a mirar si tiene Internet (quien avisa no es traidor...¡era subnormal!) pero no había nada interesante. Me he puesto a ver los tests, he hecho dos contestándolos al azar por pura intuición y nada, el primero para no saber nada (no usaba sinónimos, nunca, si podía repetir palabras las repetía hasta la saciedad, hasta que te sangraran los ojos de leerlas mil veces en una frase) he acertado todo menos dos y en el segundo he acertado una más de la mitad (esto suena a suspenso, vaya)...Mi intuición es la hostia, joder. ¡Yo también quiero ir mañana a hacer el examen!
El idiota barrigudo de la rosa se ha tirado toda la clase haciendo comentarios tontos; uno ha tenido gracia, los otros sesenta no. También había una yolaca que no paraba de moverse de un lado a otro y me han dado ganas de soplarle a ver si se iba volando (estaba muy delgada, la muchacha) y se le quitaban las tonterías. Y nada, que he estado desde las seis y cuarto hasta las siete y media allí metida. El tiempo se ha pasado deprisa para mi sorpresa...
Pero que yo quiero ir a la otra, coño.

Y ya el resto es pura bazofia. Es incluso peor que lo anterior, por lo tanto...no interesa.
Me saqué el teórico (con unos dos fallos, y si fueron tres no pienso decíroslo...) y dejé el práctico para cuando acabase 2º de Bachiller y, por supuesto, tuviese ya mis dieciocho añitos recién cumplidos. Lo que yo no sabía es mi pavo se convertiría en idiotez extrema, que me daría por jugar a "La Familia Crece" y que....bueno, la oferta era de dos años, no de tres.
Así que aquí estoy, como una campeona. Porque un hermoso día de primavera, un dos de Marzo del 2010 para ser más exactos, me volví a apuntar a la autoescuela. Con 20 añitos, siendo borde, dulce y antipática. Y el pelo me llega a las tetas (o lo que yo sea que tenga).
Eso sí...esta vez, con intenciones de sacármelo; distracciones ya tengo varias, gracias a Dios, y la Universidad me pilla tan lejos que no me queda otra...

He aprendido la lección. Lo ju...lo juro, lo juro.

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