Yo soy un caso perdido desde que nací.
Aún así, todavía mantengo la esperanza de que alguien aparezca y me diga: "¡eh, tú, pedazo de mierda!, ¿sabes?, ¡hay esperanzas para ti!" y me salve.
Por ahora me salva que a alguien le guste mi sonrisa. Verla y crearla. Es tan dulce.
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