martes, 30 de agosto de 2011

Tiempo.


Me falta tiempo. Me faltan ganas. Me sobran las palmaditas en la espalda y las palabras de ánimo.
Yo, que tenía las cosas tan claras...Siempre tan claras. Toda mi vida programada al milímetro y mis sueños formados de tal manera que nada podía fallar, el cumplirlos era tan sólo cuestión de tiempo.
Y ahora mírame. Si lo consigo, malo. Si no lo consigo, peor. Tal vez todo esto no sirva para nada.

Quizás en estos momentos peque de catastrofista (o peor aún , de pesimista), pero no quiero perder. Ya lo dije una vez.
Todo aquel conocido y amigo avanzando; ser la que se quede atrás siempre me ha dado pavor. No avanzar. Retroceder o estancarme en el camino. Yo quería ser la que decidiera cuando debía comenzar mi vida, no los demás, no una nota, no una profesión, no otra persona.

No quiero quedarme atrás. No quiero perderlo, no me gustaría perderlas, lo que menos necesito ahora es perderme.

Si pudiera recuperar el tiempo perdido en la nada...

No hay comentarios: