lunes, 29 de agosto de 2011

La luz del OVNI.



-Y aquí, en este mismo sitio, me contó mi tío que hace tiempo se vieron extraterrestres.
*¿Extraterrestres? –rió.- ¡Venga ya, hombre, venga ya!
-Que sí, coño, que es verdad. Resulta que a esta zona no viene mucha gente; aquella vez vino un hombre solo y bueno…era de noche. De repente, vio a lo lejos una luz que no sabía de dónde venía. Pero no se preocupó, hasta que la luz comenzó a acercarse más y más y, de forma tenue, se vislumbraba una figura. Una especie de…platillo volante. Así que, acojonado, cogió su coche de mierda, porque claro, en aquella época los coches no es que fueran muy buenos, para qué te voy a engañar…e intentó escapar sin suerte. La luz se fue acercando cada vez más hasta que desapareció. Nunca se supo qué ocurrió con él, sólo que el coche apareció solo justo en el sitio en el que lo aparcó.
*Bonita historia, pero es que yo no creo en esas cosas…
Hasta que se encendió una luz a lo lejos. Difuminada. Parecía moverse entre el paisaje, se hacía hueco entre los árboles que le impedían cobrar importancia. Y el corazón le latió rápido pensando en OVNIS, extraterrestres y desapariciones. Mas a él también se le metió el miedo en el cuerpo.
*¿Qué es eso?...
-Ni idea…Anda, vámonos.
Bajó del capó del coche y, entre su imaginación y la oscuridad, su miedo iba creciendo mientras que él, ya totalmente seguro de lo que era aquella lejana luz, la hacía montarse en el coche a una velocidad de vértigo para que pudieran escapar entre sus risas y las caras de enfado y vergüenza de ella.

*¡De qué te ríes tú tanto!, ¡no tiene gracia!
-¡Que no creía la tía en esas cosas, decía! Pues mira qué acojonada vas ahora…-carcajadas.- No te preocupes, ¡que era un coche!
Y la cara de imbécil que se le quedó sí que fue para convertirla en una historia de terror.

Al menos pudo ver las estrellas. Al menos pudo guardar un recuerdo de esos que no se borran, para bien o para mal.
Al menos pudo pedir un deseo a cada estrella que vio, fugaz o no, porque las fugaces hace tiempo que dejaron de importarle; si quieres algo lo pides, y ya está. Que que se haga realidad no dependerá de la estrella…al menos, no en su caso. 


Estaría bien volver a ver estrellas fugaces, OVNIS, extraterrestres...Pedir deseos. Lo que sea. Pero vivirlo de nuevo. 
Ahora a Ella le hacen falta aquel tipo de sensaciones, liberarse, sentir. Y dejar de pensar en no pensar...

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