sábado, 20 de agosto de 2011

Mentiras.


¿Quién? ¿Quién dijo eso de que no se puede vivir bien entre mentiras? Porque yo estoy viviendo de lujo entre ellas...
Entre "puedes hacerlo" y palabras de consuelo, entre "volveremos a vernos" y mensajes que no llegan, entre "hay alguien ahí dispuesto a luchar" y aprender a sobrellevar que no por mí, entre "todo se olvida" y terminar recordando, entre "eres" cuando finges...entre yo y lo que quiero enseñar y entre ellos y lo que desean mostrar.
Porque de verdad. Entre mentiras se vive muy bien. Es más, diría que es como mejor se vive; el problema, quizás, viene cuando sabes que abandonaron el disfraz de verdades y a veces te azotan. Pero sólo a veces. Porque total, tú también mientes, no tienes ningún derecho a desenmascarar falsedades duelan o ridiculicen hasta a ajenos.

Me gusta estar entre ellas. En algunos momentos pienso que la razón se encuentra en que las verdades son incluso más hijas de puta y las mentiras, con sus sarcasmos e ironías, no hacen tanto daño. O eso pienso, eso creo...eso necesito.


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