domingo, 10 de julio de 2011

Metamorfosis



*Últimamente, pienso en no pensar. Pienso en pensar en no pensar. No duermo, no lo suficiente, no del tirón. Mi estado de ánimo lo deciden canciones. Veo sus rostros en otros rostros, pero nunca el mío. Busco constantes distracciones que se pierden por el camino. Se me va la pinza. Me autocompadezco y luego me arrepiento. Pienso en lo que dije y en lo que callé. Euforia. Bajones. Hacía siglos que no sentía esto.
-¿Y qué es?
*Me siento…sola. Soledad. Es ella.
-¿Sola? ¿Ahora? A ti te gusta estar sola.
*¿A quién le va a gustar eso?
-No me lo preguntes a mí, tú presumías de ello. De que daba igual si había o no alguien ahí porque tú siempre estabas bien, con una sonrisa de oreja a oreja. Aunque no hubiera a quién dedicársela, sólo a ti misma.
*Eso es lo peor…Mucho peor que la soledad, que no encontrar el camino. Es una profundidad peor, sí. Porque es el miedo. No yo, si no el miedo.
-No te sigo…
*Tengo miedo. No sé dejarme llevar por lo que siento y todo lo racionalizo; no voy bien. Me propuse dejarme llevar, es más, se lo prometí a la chica de los ojos azules y…¡já!, aquí estoy, igual que antes. Por eso estoy, me siento, procuro estar sola; confiando ciegamente en que por arte de magia vuelva a ser fuerte, segura, quien yo soy. No esto.
-¿Tan malo es eso?
*¡Es obvio que sí! No puedo tirarme toda la vida pensando cada estupidez que desee realizar, no puedo tirarme toda la vida con miedo de meter la pata…Hay gente ahí afuera, ¿sabes? Que a veces me espera, me echa de menos…me quiere, digo yo. O algo similar. Y yo no puedo hacerles felices porque no me dejo, y tampoco les dejo a ellos. Vivo imaginando mentiras de papel, construyendo castillos de arena en el aire. Respiro creyendo que en el fondo, no hay nadie ahí…
-Voy pillando por donde van los tiros…¡Pero qué estúpida eres! Con perdón. ¿Lo que te ocurre es que tienes miedo de perder? Perderla, perderlo, perderlas…¿De que llegue un día en el que ¡pum!, todo vuelva a ser como fue? ¿Es eso a lo que te refieres? Normal que te sientas sola, entonces. No te dejas a ti misma ver que detrás de tu mierda existe algo más. No lo entiendo, Mika, ¿y esto ahora por qué? ¿Tan perdida estás que ni siquiera sabes encontrarte a ti misma?
*Probablemente… ¿Qué hago?
-Llorar no, por supuesto. O sí. Bueno, no…Bueno, haz lo que sientas. Sentir, ¿escuchas? S-E-N-T-I-R. No pensar, en el corazón la razón es una intrusa. ¡Échala, coño! Usa tu cabal cabecita para lo necesario y aprende a escuchar y tomar decisiones con algo que no sea esa señorita sabelotodo insoportable. Y encuéntrate.
*¿Cómo? No es tan fácil, ¿sabes? Y menos aún cuando, a parte, te sientes imbécil por tanta estupidez absurda.
-Metamorfosis.
*¿Meta…morfosis?
-Sí. Del mosquito más tonto de la manada. Del murciélago que no vuela. Reacciona, abre los ojos, pregúntate qué quieres…No hay mucho más que decir, porque la que sabe cuál es el camino exacto para ser Tú no soy yo precisamente. Siempre es agradable estar contigo, Mika, cuando no te estás comportando como una idiota.

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