viernes, 17 de mayo de 2013

Mi rayuela.


"A veces uno amanece con ganas de extinguirse, Rocamadour. Como si fuéramos velitas sobre el pastel de alguien inapetente. A veces nos arden terriblemente los labios y los ojos y nuestras narices se hinchan y somos horribles y lloramos y queremos extinguirnos. Seguro que ahora no comprendes ésto, pero cuando seas mayor habrá días en que amanezcas con ganas de que un aliento gigante sople sobre ti, apagándote. Así es la vida, Rocamadour, un constante querer apagarse y encenderse."

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