viernes, 16 de septiembre de 2011

Seis kilos y medio de 'ojalá'.



A veces recuerdo pasados que no me pertenecen. Me creo con el poder de requerir todo el querer de su mundo y eso no es así. Prefiero siempre la verdad y ahí está el problema. O en desear una habitación desordenada y pintar una sombra en blanco y negro. Como si el mundo no fuese ya demasiado gris. Entiéndelo, Mika. Lo tuyo es suyo y lo suyo no es de nadie. No conseguirás hacerlo parte de ti ni lograrás en la vida que los gatos maúllen a la luz de la luna. Los perros ya no se asustan. Deja ya de tener miedo y enfréntate a lo que te toque. Que te guste o no te guste es lo de menos; toda tu verborrea mental y tu dulzura no servirán de nada más allá de esas puertas. No seas debilidad, Mika. Conviértete en fuerza…

1 comentario:

Mr. R dijo...

Bonito post. He encontrado tu blog gracias a twitter. ¡Un saludo!