martes, 25 de julio de 2017

Obama.

Vuelve.
Volved.
Como los pájaros en primavera.
Vuelve.
Volved.
No ha pasado. ¿Verdad?
Estoy cansada. Hay tanta toxicidad. Estoy muy cansada.
Me sigue doliendo la frustración de ver mis manos quietas, el paso del tiempo, la historia repitiéndose.
Joder, tan sólo quiero que sea mentira. ¿Vuelves? ¿Volvéis?
No es justo. Estáis ahí, para mí, para nosotros, no te quejas, no os quejáis. Se portan mal, yo no sé qué hacer. Esto no es justo.
Nos apropiamos de la vida de los demás y nos quedamos tan panchos. Así somos las personas. Desagradecidas, obtusas, nos gusta jugar a ser Dios. Pero siempre escuché que Dios es amor y yo sólo veo corazones sucios. ¿A qué jugamos entonces? ¿Somos Harley o el Joker? ¿Yo también entro dentro de la partida o soy de esos que se quedan fuera, viendo la tormenta?
La indiferencia duele más que posicionarse, eso me dijeron una vez. A mí me dolía, ¿sabes?
A vosotros os está matando la mía, ¿o sólo estoy exagerando? Dime qué puedo hacer, no lo sé.

Diles que vuelvan, por favor. Vuelve.
No ha pasado, no ha vuelto a pasar, no quiero contar esta historia de nuevo.

No va a volver.
Ni volverán.
Hay pájaros que jamás retornan.
Pasará y lo repetirán.
No quiero frases, no quiero mierda. No más, ya es suficiente. Estoy tan cabreada, tan cansada, tan hastiada, tan derrotada... quiero haceros dañaros con mis propias manos. Podría arañaros, golpearos, azotaros y no me importaría. Porque es lo que deseo, más que nunca.

Te van a sustituir.
Y se repetirá la historia.
No quiero a otro, te quiero a ti.
Vuelve.
Sé un pájaro en primavera.

Por favor.

¿Vuelves? ¿Volvéis?

Hasta siempre.
Te quiero.